Corea exporta al mundo muchos productos culturales, como pueden ser el kpop, los doramas o la moda. Pero hay un aspecto de su cultura que tal vez sea poco conocido para los extranjeros. Hablamos de su arquitectura única y su relación con la naturaleza. En este articulo os vamos a hablar de las características de la cultura coreana y de su más representativa construcción, el Hanok.
Tipos de arquitectura
La arquitectura coreana siempre ha estado muy influenciada y en consonancia con la naturaleza, ya sea en su posición respecto al terreno o a los materiales usados en la construcción.
Ya en la prehistoria los coreanos vieron la naturaleza como una parte intrínseca de su arquitectura, construyendo casas con troncos mediante la colocación horizontal de un tronco encima de otro. Estas casas todavía se pueden ver en las montañas de Gangwon-do.
Entre los troncos ponían arcilla para mantener alejado al viento, lo que da cuenta de que desde siempre los coreanos han usado elementos naturales como herramientas para vivir mejor.
Otro elemento natural que vemos en la prehistoria son los dólmenes que construyeron. Corea es el único país que tiene dólmenes en la zona de Asia Oriental, y es uno de los países del mundo con mayor cantidad de ellos.
Los hay de tres tipos: los situados en el sur, que son más bajos y muchas veces tan solo es una losa de piedra con varias piedras de apoyo; los situados al sur, que son más grandes y con forma de mesa; y los situados en el centro, llamados “de culminación”.
En el periodo prehistórico Mumun, que data del 1500 al 300 a.C., se empezaron a dar las viviendas hechas de barro y adobe, con el techo de paja.
Hanok, en armonía con la naturaleza
Pero el edificio coreano más importante de todos es el Hanok, la que se ha configurado como la vivienda típica coreana. Los materiales de construcción se sacaban a partir de la naturaleza, como pueden ser las piedras o la tierra. Esto hacía que ningún material artificial se usaba para levantar la casa, por lo que estos edificios son como un elemento más del paisaje natural.
Para hacer frente a las inclemencias del tiempo, con un verano caluroso y húmedo y un invierno frió y seco, se observaba la calidad de la tierra y sus propiedades, para luego ser usada en las paredes y que regulara la humedad. También se estudiaba a fondo la distribución de las habitaciones, conectadas con pasillos que permitían el movimiento del aire de una forma determinada, para así refrescar la casa en verano.
Estas habitaciones estaban repartidas por las tres áreas de la casa. El área anchae correspondía a la residencia de las mujeres y niños, la sarangchae a donde vivían los hombres adultos y los invitados, y la haengrangchae donde estaban los sirvientes.
El techo está cubierto de giwa, unas tejas de barro, arcilla o metal. Algunas casas más modestas seguían con el antiquísimo método de recubrir el techo con paja, puesto que para muchos campesinos era mucho más barato que comprar tejas.
Como muestra del afán que ponían en que esta construcción fuese perfecta, funcional y natural, tenemos el techo cheoma, el cual tenia un ángulo interno de 30 grados respecto a la pared, para que en invierno pudiera entrar la mayor cantidad de luz y calentar la casa, y para que en verano diera sombra y enfriar la vivienda.
Otro método natural que utilizaron fue el ondol, el sistema de calefacción natural de los hanok. Se trata de un sistema de conductos que llevan el calor creado por un fuego a toda la casa, la cual tiene una serie de piedras debajo del suelo. Estas piedras se calientan con el calor transportado por los conductos y hace que los habitantes no pasen frió en verano. El mecanismo acaba con una chimenea por la cual sale el humo, para no intoxicas a los residentes.
Los hanok pueden estar encuadrados en un patio, y pueden constar de varias edificaciones, como la casita exterior dedicada al culto a los antepasados. Los jardines de estos recintos son limpios y desprovistos de elementos artificiales o decoraciones complejas, no como los jardines chinos y japoneses, mucho más rebuscados. Si acaso, y como excepción, se creaba un pequeño lago artificial de forma decorativa.
El suelo de los jardines suele estar hechos de tierra clara, que refleja la luz solar hacia el interior de las casas. Esta luz atraviesa las paredes de hanji, de papel, las cuales al ser blancas dejan pasar la luz aunque las puertas estén cerradas.
La filosofía coreana también se da en los hanok, donde se juntan la triada del cielo circulas, la tierra plana y el hombre entre ellas. Por ello muchos hanok tienen los pilares circulares, dando a entender que elevan el terreno hacia el cielo. Se han visto influencias taoístas chinas en estas ideas, ya que se ve a la arquitectura como un medio para integrarse con la naturaleza, para llegar al Tao.
Por ello muchas veces se puede ver como los troncos utilizados en la construcción provienen de las zonas aledañas. También se ven troncos que están curvados, debido a que han sido cogidos tal y como estaban en la naturaleza y puestos en la construcción, sin antes pasar por ningún proceso de lijado o acondicionamiento.
Zona turística
El lugar más representativo para ver estas casas es el barrio de Seúl Bukchon Hanok Village. Es una aldea de la que se dice que sus viviendas tienen más de 600 años, concretamente son en el periodo Joseon (1392-1910).
Los residentes eran de clase noble, funcionarios del gobierno. Por desgracia, no hay archivos que muestren el origen y la edad exacta de esta aldea ya que las mayorías de las casas se han ido destruyendo con el paso de los años y han tenido que ser reconstruidas, siendo la más antigua datada del año 1920.
Entre los años 2000 y 2015 la creación de los hanok sufrió un fuerte aumento debido a un proyecto para aumentar el turismo y desde entonces se han incluido más de 900 viviendas. A pesar de que se ha convertido en una atracción turística muchas de las casas siguen ocupadas y es considerado un barrio residencial, por lo que muchas de estas son viviendas familiares.
Aun así, el hecho de que el hanok sea la construcción tradicional coreana está en entre dicho. Cuando los turistas ven el estilo de las casas de esta aldea inmediatamente las asocian a lo “tradicional” coreano, pero el origen de los hanok eran de otro tipo, más parecido a chozas o, incluso, casas que se encontraban casi sumergidas en el terreno.
Las casas que encontramos en esta aldea tenían un estilo que representaba un alto nivel y eran normalmente residencias de personas con una calidad de vida más elevada. Lo interesante es ver esa pérdida del valor original y del cambio de lo que consideramos “tradicional”.
Aunque hoy día este lugar siga siendo una zona considerada “tradicional”, la realidad es que ya no tiene nada con esa definición ya que la mayoría de edificios son recientes y poco se conserva de antaño; hoy en día se ha convertido en una zona turística, un mero lugar para sacarse unas fotos.
A esto se le suma que existen varios museos y cafeterías en el barrio, lo que hace que lleguen aun más visitantes, siendo varios millones cada año. El ambiente esta muy abarrotado, y las grandes internacionales hacen caja de ellos. Esto ha hecho que muchos habitantes hayan perdido calidad de vida y salud, y que se planteen mudarse a vivir a pisos modernos.
Los propios residentes no se muestran de acuerdo a las decisiones que el estado ha tomado sobre esta aldea ya que la han transformado completamente en un lugar turístico que está afectando en cierto modo a su vida.
Por ello, la cantidad de residentes ha bajado por culpa del turismo masivo; actualmente hay alrededor de 7530 habitantes, pero en un comienzo eran más de 9000. Esto demuestra cómo las decisiones del gobierno pueden afectar a la vida de las personas, sobre todo por el interés de conseguir aumentar el turismo a través de lo “tradicional”, pero lo que han conseguido realmente es despojarle ese significado.
¿Qué os ha parecido la arquitectura coreana? ¿Conocíais los hanok? Si tenéis alguna opinión o duda no dudéis en dejárnosla en los comentarios.
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