Tras mi primera visita a Corea en agosto del 2012, a finales de ese mismo año, decidí apuntarme a clases de coreano. Al año siguiente, sobre mayo, mi profesora nos comentó a mis compañeros y a mí que en octubre de ese mismo año, se celebraba el examen oficial de coreano: el TOPIK.
Al principio a ninguno se nos pasó por la cabeza presentarnos, porque claro, sólo llevábamos unos 7 meses aprendiendo. Sin embargo, a medida que se iba acercando el plazo límite de inscripción, empecé a pensar seriamente si hacerlo o no, total, sólo eran 25€, y por probar, no pasaba nada. Finalmente, decidí apuntarme y me matriculé.
No penséis que estudié durante el verano, porque no lo hice (cosa que está muy mal). En vez de eso, me fui a Corea de nuevo con la intención de soltarme más, cosa que sí conseguí, pero que realmente no me servía mucho para el examen, ya que, no había parte oral (actualmente sí se está poniendo como tipo de examen complementario al escrito).
Una vez de vuelta en España, y con octubre a la vuelta de la esquina, comenzaron a entrarme las prisas por estudiarme toda la gramática y vocabulario.
EL DÍA DEL EXAMEN
Aunque el examen se celebró un sábado, el viernes ya estaba de camino a Madrid, donde decidí examinarme. La verdad es que al principio no estaba muy nerviosa, pero a medida que pasaban las horas en el hotel, me fui poniendo cada vez más y más nerviosa, de hecho, no dormí mucho aquella noche.
A la mañana siguiente, me fui temprano para el recinto en donde se celebraba el examen y cuando llegué, descubrí que había unas 15-20 personas que también se presentaban al nivel básico (1-2). Sin embargo, para el nivel intermedio (3-4) y el nivel avanzado (5-6) había muy pocas personas.
El examen básico consistía en una parte de comprensión auditiva, en una parte de vocabulario y gramática, y una parte de escritura. Las dos primeras partes, eran tipo test, mientras que la última, tenías que escribir un texto (hablo en pasado porque desde el 2014, el formato y la estructura del TOPIK ha cambiado, si quieres conocer su estructura actual lo explicamos aquí.
Me recordó mucho a los exámenes de Cambridge, ya que, te reparten el examen y después una hoja a la que tienes que pasar las respuestas a limpio con un bolígrafo negro que te dan ellos (y que te lo puedas quedar).
Tras terminar la parte de audición y la de gramática y vocabulario, nos dieron un descanso. Y después volvimos para terminar la última parte.
En cuanto a dificultad, la verdad es que no lo encontré difícil. La gramática era bastante simple y el vocabulario no era complicado. Sinceramente, me esperaba un examen más difícil. Eso sí, tienes que estudiar.
Las notas salieron en diciembre, y bueno, finalmente conseguí sacarme el básico 2.
En 2014, me presenté al siguiente nivel. ¿Quieres saber cómo me fue? Te lo cuento aquí.
Escrito por Anabel Chacartegui Lara, alumna en prácticas del Grado de Estudios de Asia Oriental de la Universidad de Málaga.