A punto de cumplir 60 años, muere por covid el director de cine coreano Kim Ki-duk en Letonia, ciudad en la que preparaba su última película. Nacido el 20 de diciembre de 1960, en Bonghwa, provincia de Gyeongsang del Norte situada en el este de la República de Corea en el seno de una familia de clase obrera, nunca llegó a formarse académicamente en cine, y comenzó directamente su carrera como guionista y director a sus 33 años. Además tenía una filosofía muy contemplativa, ya que veía que una imagen valía mas que 1.000 palabras. Su punto de vista era más bien artístico a causa de sus estudios de arte en Francia, por ello sus películas se asemejan más a una pintura. Precursor del cine asiático fuera de este continente y tras él, llegaron grandes autores como el director del actual aclamado Parásitos (2019).
SUS INICIOS
Fue en París, donde por primera vez vio las películas de El silencio de los corderos (1991) de Jonathan Demme y Los amantes del Pont Neuf (1991) de Léos Carax, donde dio pie a su afición al cine.
En 1993, tras presentarse a varios concursos de guión, obtuvo el primer premio mayor del Instituto Nacional del Guión de Corea del Sur por Un pintor y un criminal condenado a muerte (1993). Tras varias películas, consiguió hacerse hueco en el Festival Internacional de cine de Busan, el cual fue uno de los principales puntos de exhibición de este director. Tras los reconocimientos recibidos gracias a Animales salvajes (1996) en el Festival Internacional de Vancouver, dos años después, con el film La Puerta azul (1998), su guión fue premiado por el Consejo de Cine Coreano (KOFIC), por representar además un cambio total en su estilo fílmico pasando a un modo más melodramático y de denuncia social, los cuales se verían en sus próximas obras.
No fue hasta la el estreno de La isla (2000) cuando daría su salto a nivel internacional. En este contexto, la crítica lo recibió como autor controvertido por su singular estilo de metraje, mezclando figuras femeninas relacionadas al mundo de la prostitución, con el uso de la violencia y el amor de una forma muy poco convencional.
En 2003 Primavera, verano, otoño, invierno… y primavera atrajo de nuevo la atención de la crítica, siendo además la primera película en la que apareció como actor, representando la vida humana como un ciclo en repetición y también, la primera en alcanzar la distribución a gran escala fuera de los festivales, poniendo así la base de sus demás obras. Con Hierro 3 (2004) ganó el premio el Oso de Plata a mejor director en el Festival de Venecia y, en ese mismo año, la Espiga de Oro en Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci).
PROBLEMAS JUDICIALES EN SU PAÍS
Su larga experiencia laboral le llevó a más de un desengaño amoroso y a episodios que causaron recientemente gran controversia, saliendo a la luz bajo el movimiento Me too: tres actrices surcoreanas le acusaron de violación, acoso sexual, lenguaje de contenido sexual y humillaciones mediante testimonios anónimos, que no se demostraron. El director Kim admitió incluso haber abofeteado a una de las artistas; sin embargo negó el chantaje y el resto de acusaciones. Su búsqueda de cambio de residencia a Letonia puede deberse a estas denuncias y Críticas, no sintiéndose cómodo con vivir en su país. Aunque estaba casado y tenía una hija, se desconocen más detalles de su vida personal.
TRAS LA MUERTE POR COVID DEL DIRECTOR COREANO KIM KI-DUK, RECOMENDAMOS 4 DE SUS PELÍCULAS IMPRESCINDIBLES
En el cine de Kim Ki Duk podemos encontrar ciertos elementos comunes en sus obras, como el elemento del agua, la figura de las mujeres como personajes frágiles y fuertes, la religión budista. En sus películas destaca el silencio y la escasez de diálogos dándole mucha más importancia a la imagen, en particular a los paisajes, las actuaciones de los personajes y su interacción con el entorno, que han llevado a señalar y definir su cine como poético.
Aunque encontramos muchas similitudes en sus películas o en sus temas, hay quienes opinan que más que su marca filmográfica, se trate de una mera repetición de su obra. Sus creaciones de ambientes se destacan por su contraste, siendo llamativo lo expuesto anteriormente; constando el silencio, la quietud, el erotismo y el talante contemplativo en contraposición con temas más violentos y truculentos.
En cuanto a la temática a la que aboga y nos muestra, sobre todo su atención se centra en los temas sociales más controvertidos, crudos y delicados (desde la violencia, incomunicación, prostitución hasta el maltrato animal), en películas donde se llega a forzar los límites de las relaciones entre sus personajes, siempre incitando a la rabia y a la creación de conflictos y terminar generando reacciones de rechazo y desagrado.
HIERRO 3 (빈 집)
Estrenada en 2004, trata sobre un joven que ocupa temporalmente viviendas deshabitadas y una mujer maltratada por su marido, aprisionada en una jaula de ostentosidad. Cuando el joven entra a la casa de esta mujer, ambas vidas darán un vuelco inesperado y de ellos surgirá un fuerte vínculo de almas gemelas.
Esta película fue premiada en 2004, con el León de Plata al mejor director en el Festival de Venecia y a mejor película, en el Festival de Valladolid (Seminci) con la Espiga de Oro.
Hierro 3 es su obra más conocida y de gran valor mostrando la entrega al amor y mantener este durante la eternidad. Además por esta obra recibió críticas positivas por buen uso de los silencios y la presencia de metáforas a través de la repetición de objetos y acciones, que permiten que en la obra destaque la narrativa visual.
LA ISLA (섬)
Estrenada en el año 2000, trata sobre una joven muda, propietaria de un un resort de pesca, que se ocupa de las necesidades de sus clientes ya sea vendiendo suministros o servicios de prostitución. Todo cambia cuando al resort llega un ex-policía, que quiere suicidarse por matar a su amante hasta que la protagonista lo impedirá y comenzará a formarse un vínculo entre ellos.
Nominado a gran variedad de premios esta obra no llegó a ganar ninguno a nivel directivo, aunque la actriz protagonista sí ganó el premio Baeksang Arts a la mejor actriz revelación.
A pesar de ser un duro drama con escenas muy fuertes y crudas (intentos de suicidio, violencia animal) y haber causado revuelo en los festivales de cine donde se proyectó, esta película obtuvo generalmente buenas críticas.
PRIMAVERA, VERANO, OTOÑO, INVIERNO… Y PRIMAVERA (봄 여름 가을 겨울 그리고 봄)
Estrenada en 2003, trata sobre dos monjes, un anciano y un joven, que viven en un monasterio aislado. Las estaciones van pasando y el joven monje va creciendo espiritualmente bajo la mirada del más mayor.
Obtuvo el premio Blue Dragon Film a la mejor película y mejor logro técnico. Además en el 2004 fue galardonada con el premio Grand Bell a mejor película.
Destacan los grandes paisajes, la influencia budista y la representación de la vida como viaje cíclico por el cual, pasa el joven monje siguiendo el ritmo de las estaciones. El monje anciano es más un mero espectador que un maestro. Es esta obra Kim Ki-Duk aparece también como actor, interpretando al monje anciano, que espera que su joven alumno aprenda las enseñanzas de la vida con la naturaleza. El director enmascara en un marco de inocencia infantil los actos de violencia y maldad que el joven comete.
TIME (시간)
Estrenada en 2006, cuenta la historia de una pareja y de cómo la mujer a causa de inseguridades, ansiedad y estrés se somete a cirugía plástica para así poder reavivar su relación. Tras unos meses desaparecida, ella se presentará ante su pareja como una nueva persona, totalmente cambiada físicamente, hasta en el rostro. Este intento de salvar su relación resultará más bien en confusión de personalidad y trágicas consecuencias.
En cuanto a los premios, Time ganó cuatro de los cinco a los que fue nominada: en el Festival Internacional de Cine de Chicago el premio a Competencia Internacional de Cine; en el Sitges del Festival Internacional de Cine de Cataluña el premio al Mejor maquillaje; en el 2do Festival de Cine de Pyeongtaek el premio al Mejor actor de New Currents (nuevas corrientes). Ya en el año 2007 en el 27° Festival Internacional de Cine de Oporto ganó el premio al Mejor actor.
La película quiere demostrar que por mucho de que cambie la apariencia exterior de una persona, la naturaleza humana real e interior realmente sigue siendo la misma. El cuerpo físico es solo un cascarón que perece, es en la mente y en la interioridad de la persona donde verdaderamente empieza y podemos notar esta transformación.
El trabajo de Kim Ki-duk se recordará por un fuerte realismo rallando la crueldad y por su estilo caracterizado por tocar temas tabú. Para una mejor recepción y comprensión de sus obras, sería recomendable disfrutar de ellas en su idioma original para realmente entender esas expresiones, escenarios, diferencias de pensamientos y silencios atronadores, que permiten entrar completamente no solo en la historia sino también en el trasfondo socio-cultural que las ha producido.
Kim Ki-duk será recordado como figura clave del cine de idioma coreano y como el director que supo demostrar cómo los silencios también tienen voz.