Hoy traemos a nuestro blog otra festividad con mucha tradición que se realiza en Japón desde hace trece siglos. ¿Alguna vez has visto que en la superficie de la luna se puede intuir la forma de un conejito? ¡Aquí te contamos por qué!
MITOLOGÍA
Existe una leyenda sobre cómo surgió este día. Se dice que Budha en una de las veces que se reencarnó fue un conejo que tenía como amigos un mono, una zorra y una nutria. Un día, al conejo se le ocurrió la maravillosa idea de dedicar los días de luna llena a realizar un acto de buena fe, que sería buscar comida para regalarla a la gente que no tuviera posibilidad por sí misma de tomar un bocado antes de irse a dormir.
El mono se dedicó a buscar plátanos, la zorra cazó un cervatillo y la nutria trajo pescaditos del río en el que vivía. Por desgracia, el conejo no encontró alimento que llevar, ya que su dieta se basaba en hierba y los humanos no comían eso. Al darse cuenta del error que había cometido, ofreció su propia carne como alimento ante el “Rey del Cielo”. Este último encendió una fogata y el conejo saltó dentro, con la intención de ser cocinado y servir así de comida a los hambrientos. Pero el fuego que creó el “Rey del Cielo” no le quemaba.
Él le dijo: “no importa si no has conseguido nada de comida, lo importante es que has querido enmendar tu error. Además, lo haces con buena voluntad y has saltado a la fogata, demostrando así que estabas realmente dispuesto a sacrificarte para remediarlo.” El Rey, como recompensa por la sinceridad y el compromiso del conejo, decidió dibujar su silueta en la superficie de la luna.
HISTORIA DE LA FESTIVIDAD
El día de esta celebración recibe el nombre de Tsukimi (お月見). Es un día dedicado a honrar la luna de otoño, que se lleva a cabo entre los meses de septiembre y octubre.
Esta tradición, como muchas otras que tienen lugar en Japón, no es autóctona. Fue introducida desde China durante la época Heian (siglos VIII al XII). A pesar de ser así, los japoneses adaptaron el Tsukimi a sus costumbres y le dieron una personalidad propia hasta que la hicieron suya.
Principalmente era una celebración que sólo llevaban a cabo las clases altas, pero fue durante el período Edo o Tokugawa cuando se haría más popular para extenderse entre las clases más populares de Japón.
Hasta el año 1683, el calendario Japonés estaba pensado de tal forma que la luna llena coincidía con el día 13 de cada mes. A partir de ese año, el calendario se modificó para que la primera fase lunar, la luna nueva, tuviese lugar en el primer día de cada mes.
Así, la luna llena sería el 15 de cada mes, aunque algunos japoneses seguirían celebrando el Tsukimi el 13 para continuar la tradición. Estas fechas, sin embargo, no son fijas ni cuadriculadas, ya que hay regiones que lo celebran el día 17 y se puede llegar a ver incluso en los días 23 o 26, como es el caso de algunas celebraciones budistas.
En muchos casos esta festividad se utilizaba como pretexto para realizar fiestas nocturnas durante todo lo que durase el otoño en el período Edo.
CREENCIAS Y TRADICIONES
En Japón se cree que el conejo que se observa en la luna está amasando con un mazo uno de los dulces más típicos de Japón, el mochi. Este proceso de amasado es llamado mochitsuki (餅つき), cuya pronunciación coincide con la pronunciación de la expresión “luna llena” (mochitsuki望月).
Este día del Tsukimi se reúnen familiares y amigos en cualquier lugar en el que se pueda contemplar la luna con facilidad, preferiblemente al aire libre. Es costumbre poner como centro de mesa una pequeña pirámide hecha con unas bolitas realizadas con la masa del mochi llamadas “tsukimi dango” (月見団子). Esta pirámide tiene 3 o 4 niveles de dango y suele ir adornada con algunas ramitas.
En la mesa también se suelen colocar frutas frescas, castañas, boniatos asados y sake para acompañar. Esto no se consume en el momento, sino que se usa como ofrenda para dar gracias a los dioses por las cosechas de arroz de ese verano.
Es común pedir deseos como en varias festividades japonesas, para que el resto del año transcurra con normalidad. La fiesta se ameniza con música, por lo general tocada con instrumentos tradicionales japoneses como el koto (equivalente japonés al gayageum 가야금, instrumento que explicamos con más detalle en este otro artículo) o el shakuhachi, una flauta hecha de madera.
Como curiosidad, esta fiesta y en concreto la propia luna son muy importantes en Japón: tanto que cuando cualquier comida lleva un huevo en el centro se le nombra tsukimi, además de que grandes cadenas de comida rápida como McDonalds tienen hamburguesas exclusivas dedicadas a dicho festival durante la celebración del mismo.
¿Qué os ha parecido esta celebración? ¿Habéis logrado distinguir la forma del conejo en los cráteres de la luna? Déjanos tu opinión en los comentarios y, ¡feliz Tsukimi!
Por último, en el caso de que os interese la cultura asiática y queráis conocer más, os invitamos a leer nuestro post halloween en Asia Oriental.
