¿Conocéis algo de la mitología asiática? Si os interesa este fascinante mundo lleno de guerreros, romances y dioses sobrenaturales tan solo tienes que seguir leyendo.
DIOSES DE LA MITOLOGÍA JAPONESA
Según la mitología japonesa, fueron Izanagi y su esposa Izanami quienes crearon el mundo tal como lo conocemos. Cuenta la leyenda que el mundo estaba sumido en un profundo caos y desorden, por lo que los dioses supremos les ordenaron que arreglaran aquel desastre. Para cumplir este objetivo, les fue entregada una lanza con la que podrían poner solución a tal desorden.
Así, desde el cielo y lanza en mano comenzaron a crear tierra firme, numerosas islas e incluso a varias deidades y antepasados importantes de Japón.
Uno de estos dioses recibe el nombre de O-Wata-Tsu-Mi, más conocido como Watatsumi o Shio-Zuchi (el viejo hombre de las mareas). Izanagi, tras volver de realizar una de las tareas que tenía encomendadas, se metió en el mar para lavarse. Tras este contacto con el agua, Watatsumi fue engendrado y dotado con el poder de dominar las mareas, los mares y todos los seres que en ellos habitan.
Watatsumi es representado como un dragón verde muy largo, con un aspecto que recuerda más a una serpiente. Sin embargo esta no es la única forma en la que se encuentra, sino que a veces también decide convertirse en un hombre bastante anciano que posee agallas. Su hogar es un gran palacio que se encuentra en las profundidades marinas.
Este es un dios benevolente, ya que su forma de mover las mareas permite a los hombres ser capaces de predecir las corrientes y estar a salvo en sus travesías.
Además, esta deidad cuenta con un amigo, un mensajero llamado Wani que se considera un monstruo. Wani se representa con forma de cocodrilo.
DIOSES DE LA MITOLOGÍA CHINA
Los dioses chinos son muy parecidos a los coreanos y los japoneses, puesto que muchas veces son la fuente de la que surgen estos. También muchos de los dioses chinos provienen del budismo y el taoísmo, puesto que la religión autóctona china es una mezcla de varias creencias.
Aun así, hay dioses originales y que se relacionan con la naturaleza, dioses que han tenido una gran importancia para los habitantes de China desde tiempos inmemoriales.
Huangdi
El primero y más importante tal vez es Huangdi. Se le conoce como el Emperador de Jade, o Abuelo Celestial. Es el dios que gobierna el cielo, y su corte es parte de la burocracia celestial. Asimismo fue el patrón de la familia imperial, la cual hacia su mismo trabajo en la tierra.
Uno de los mitos donde el Emperador de Jade hace uso de su gran poder trata de cuando luchó contra el demonio. Se cuenta que en el principio de los tiempos la tierra era un lugar muy duro, y sus habitantes apenas subsisten. Además, tenían que luchar contra un gran número de demonios que les atacaban y mataban. Un demonio en particular quería dominar a los mortales y a los inmortales, por lo que estuvo meditando para hacer crecer su poder.
Esta meditación la hizo 3.200 veces, y cada vez duró tres millones de años. Por su parte el Emperador de Jade, antes de convertirse en emperador, también estuvo meditando 1.750 veces, cada una de ellas con una duración de 120.976 años.
Entonces el demonio reclutó a un ejército y comenzó la guerra contra el cielo. El Emperador, al ver que algo no iba bien en el cielo y que los dioses no podían contra el invasor, se enfrentó cara cara al demonio jefe, al cual venció gracias a su poder y benevolencia. Debido a esto todos los dioses e inmortales lo proclamaron gobernante del cielo.
Fuxi
Otro dios chino interesante es Fuxi, el dios descubridor de los ocho trigramas, los cuales son la base del famoso I Ching, el libro de adivinaciones chino usado desde hace más de tres milenios.
Este dios dio a los humanos su poder para controlar la naturaleza. Les enseñó a cocinar, pescar con redes, cazar con armas de hierro. Asimismo formalizó las relaciones sociales creando el matrimonio y los sacrificios. Incluso de dice que creó el guqin, un instrumento chino de cuerda.
Otro dios que ayudó a los humanos en su convivencia con la naturaleza fue Shennong. Se le conoce como “el granjero divino” porque fue el que descubrió la agricultura a los humanos. Se le suele representar vestido de hojas de té porque también es el dios del té.
También fue el creador de la famosa medicina china, ya que era un dios muy curioso que probó miles de plantas para ver el efecto que le causaban. Así, descubrió miles de propiedades negativas y positivas que fueron usadas durante siglos en China, y aun hoy día se siguen utilizando.
Fenghuang
Como muestra de la importancia de la naturaleza en la mitología china son la gran cantidad de dioses que son animales. El más famoso quizás es el Fenghuang, el fénix chino que reina sobre todas las aves.
El Fenghuang es una ave con pico y frente de gallo, la cara de una golondrina, cuello de serpiente, pecho de ganso, espalda de tortuga, cuartos traseros de un ciervo y la cola de un pez. Simboliza los seis cuerpos celestes, siendo su cabeza el cielo, sus ojos el Sol, la espalda la Luna, las alas el viento, los pies la Tierra y la cola los planetas. Además, se le asocia con los buenos augurios, es un símbolo de gran virtud y gracia.
Al ser relacionado también con el ying y el yang, se le relaciona con el dragón, y estos dos aparecen en las bodas para desearle una feliz vida al marido y a la esposa, ya que estos también representan el ying y el yang.
DIOSES DE LA MITOLOGÍA COREANA
Cuenta la leyenda que en el Reino de los Cielos vivía un hombre llamado Hwanin, que era considerado el Señor o Dios de los Cielos. Este tuvo un hijo al que bautizó con el nombre de Hwanung. Hwanung decidió que quería disfrutar su vida pasándola recorriendo los valles y las montañas del mundo terrenal.
Su padre, cansado de ver a su hijo con ese deseo, se lo acabó concediendo. Le envió al monte Taebaek, y le encomendó la tarea de gobernar allá donde estuviera y de cuidar de los humanos y hacerlos felices. Su padre le proporcionó ayudas para cumplir estas misiones, dejándole llevar con él la lluvia, las nubes y el viento para así poder gozar de grandes cosechas.
A medida que pasaba el tiempo, Hwanung dotó a los humanos de conocimientos para sobrevivir y crear una sociedad productiva y feliz. Estos conocimientos dieron resultado, siendo los humanos tan felices que incluso los animales deseaban serlo.
Hwanung fijó su atención en una osa y un tigre que vivían en una cueva. Ambos anhelaban con toda su alma convertirse en humanos algún día. Hwanung, en su infinita bondad, les propuso que si pasaban 100 días sin salir de su cueva y comiendo solo alimentos sagrados, les convertiría en seres humanos para siempre.
Los dos aceptaron, pero el tigre no cumplió su palabra y salió de la cueva antes de que pasara el tiempo que se le impuso como condición. La osa, sin embargo, consiguió cumplir los requisitos y se transformó en una hermosa mujer llamada Ungnyeo.
Ella era feliz por ser humana, pero aún anhelaba algo de compañía ya que se sentía bastante sola. Hwanung, conmovido por sus deseos de tener una familia, la tomó como su esposa y tuvo con ella un hijo al que llamaron Dangun. Este acabaría tomando el trono de Corea para así relevar a su padre en su reinado.
Según el mito, fue él quien construyó la ciudad amurallada de Pyeongyang y dio vida al reino de Joseon, que posteriormente daría lugar a la Corea que conocemos hoy en día.
¿Qué os ha parecido este repaso por la mitología asiática? Conocéis alguno de estos dioses? Si os ha parecido interesante o tenÉis alguna duda no dudéis en dejarnosla en los comentarios. Y si queréis leer más acerca de Asia Oriental, os invitamos a echarle un vistazo a nuestro post el oso panda como símbolo de la cultura china.