Cosas tan internacionales como el café y el concepto de cafetería pueden tener su propia definición en los diferentes puntos del mundo. Algo que los visitantes siempre destacan cuando pisan esta nación es la enorme cantidad de cafeterías que puedes encontrarte en una misma calle. Especialmente en grandes ciudades como Seúl, Busan y Daegu suele haber un número considerable de negocios en un mismo bloque. Como posiblemente ya sabrás, en Corea del Sur y en otros países del este asiático, necesitan aprovechar el espacio. Debido a que la superficie se les queda pequeña, existen muchísimos edificios estrechos en los que en cada planta hay un diferente negocio o incluso dos. Pues las cafeterías suelen también aparecer en sitios como estos.
La mayoría de estas cafeterías son franquicias de grandes empresas que se encuentran en absolutamente todos lados. Starbucks es mismamente una opción que todos los internacionales conocemos, y es muy común encontrar varios Starbucks por un mismo barrio de Seúl. No es tampoco difícil encontrar un Dunkin’ Donuts, pero se encuentra con mucha menos frecuencia que un Starbucks.
Otras franquicias que sí son de origen coreano son el Tom N Toms Coffee que se caracteriza porque todos sus establecimientos están abiertos veinticuatro horas aunque es un poco más cara que otras. Lo mismo ocurre con la cadena Hollys Coffee, ya que al compararla con otras empresas un poco más pequeñas la diferencia del precio es destacable en comparación también a la cantidad ofrecida. Angel-in-us es otra cadena de cafetería perteneciente al gran conglomerado japonés-coreano del grupo LOTTE. Ediya Coffee es también una cafetería coreana con mucha fama y muchas tiendas abiertas, pero es la opción más asequible de las anteriormente mencionadas.
Una de las empresas más famosas en Corea del Sur es el Caffe Bene. Este negocio fue creado hace diez años, en 2008, y es actualmente el líder del mercado gracias a su estrategia de marketing empleada, pues el fundador tenía contacto con la industria del entretenimiento que es tan importante en el país. Caffe Bene tuvo tanto éxito en tan poco tiempo que algunos coreanos lo designaban con el término Bakwi Bene (바퀴) que significa cucaracha, pues se expandía por todos lados y nada podía pararlo. Los puntos concretos en los que abrían las franquicias estaban muy bien escogidos ya que eran transitados y no solo eso, sino que dentro de los negocios reproducen música que a todos los coreanos les encanta escuchar; baladas. Sobretodo para las parejas, ya que muchísimas actividades y lugares están especialmente pensados para las parejas.
Aunque este tipo de cadenas tan grandes hayan salido de la nada en los últimos diez o cinco años, la cultura en sí del concepto cafetería ha sido un acompañante para lo que podríamos considerar la vida social coreana durante mucho más tiempo. No es tanto por la bebida en sí, es más bien la función social del café lo que le da semejante importancia.
Por la costumbre que podemos observar desde nuestra perspectiva, cuando un grupo de personas queda para pasar el rato juntos, no suele ser nunca para verse en casa sino para salir a hacer algo fuera. Es relativamente raro y poco común visitar la casa de un amigo en Corea, al contrario que en nuestra cultura, donde hemos visto todo tipo de celebración en las casas personales de todo el mundo; ¿Nunca has celebrado tu cumpleaños invitando a tus amigos a merendar a casa? ¿No has visto en muchas series o películas estadounidenses las grandes fiestas que celebran en las casas cuando los padres salen de viaje? En la cultura oriental es mucho más normal escuchar por parte de un amigo un “Veámonos en el Hollys Coffee” que un “Te espero en casa, ven cuando quieras”. Debido a la inmensa mayoría de juventud que aún no tiene trabajo, es soltera y vive con sus padres, se ve mucho más cómodo para las citas y en si cualquier reunión el quedar para salir fuera.
Además, las casas en este país son más pequeñas que una casa normal occidental a no ser que la familia haya heredado una casa de otra generación y puedan permitirse vivir en ella, solo que en las grandes ciudades es lo menos común. El deposito -la fianza- que las inmobiliarias piden para el alquiler de pisos más grandes y luminosos es exagerado. Mientras que estamos acostumbrados a que la fianza sea una cantidad bastante inferior a la del pago mensual, allí es todo lo contrario. Por un One Room, que es como se llaman los estudios allí que solo tienen una habitación y un baño, el depósito puede ser tanto como de 1.000.000 won como de 10.000.000 won lo cual es una locura a nuestros ojos.
Y ya que lo más barato es uno de estos One Room, es poco cómodo para su percepción el llevar a un pequeño grupo de amigos a casa. Pues para reunirse en un pequeño espacio sin nada que hacer salvo hablar, es preferible el reunirse en una cafetería y compartir una conversación con un café para cada uno, además de que la mayoría de estas tiendas tienen Wi-Fi asegurado para sus consumidores.
Otra cosa respecto a la cultura del café coreana es que es mucho más común que en nuestra cultura el comprar un café para llevar. Hay tiendas de café en sí que solo disponen un par de mesas ya que están especialmente destinadas a servir café para llevar. Ya sea para trabajadores que quieren tomarse su café de camino a la estación de metro o para algunos amigos que prefieren llevar el café mientras visitan parques u otro tipo de lugares.
Es también importante mencionar que en Corea del Sur hay un destacable porcentaje de la población trabajadora cuyo contrato es simplemente a tiempo parcial. Esto aunque sea un poco malo para la economía nacional, es algo muy bueno para las cafeterías. Si alguna vez vas a Corea (o has estado ya allí) te darás cuenta que la gente que trabaja en estos establecimientos son personas muy jóvenes de entre veinte y treinta años que posiblemente estén ahorrando para completar su formación académica mientras obtienen experiencia en este tipo de puestos.
¿Has ido alguna vez a una de estas cafeterías? ¿Qué te sorprendió de ellas? ¡Cuéntanoslo en los comentarios!