¿Sabías que existe una isla en Japón que fue el “pedazo” de tierra más poblado de todo el mundo? En el post de hoy venimos a contarte un poco sobre Hashima: la isla abandonada de Japón.
Si bien es cierto que no es la única isla de Japón que fue abandonada, el motivo de su abandono y su historia no pasan desapercibidos. Si te pica la curiosidad y quieres aprender más sobre Japón, quédate a explorar un poco la historia de Hashima y qué fue lo que pasó exactamente.
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¡Comencemos!
HASHIMA: LA ISLA ABANDONADA DE JAPÓN
A lo mejor no lo sabías, pero la isla de Hashima, también llamada Gunkanjima, pasó de albergar miles de personas y otros muchos edificios de lo más equipados, a conservar solo los esqueletos de estos mismos en la actualidad. Y es que, a finales del siglo XIX y hasta los años 60 llegó a acoger a más de 5000 personas.
Isla Hashima, Nagasaki (Fuente)
¿Y por qué Gunkanjima? Como vemos en la imagen, nos llama la atención las antiguas construcciones y el deterioro de estas mismas, o la situación geográfica de la zona, pero también su forma. Es decir, se trata de una isla con forma de barco, y más específicamente, nos recuerda a un buque acorazado. Por ello, Gunkan significaría “barco de guerra” en japonés y Jima, “isla”. Por otro lado, Hashima se encuentra en la prefectura de Nagasaki, y cuenta con unas 6,3 hectáreas.
En un principio, la isla de Hashima albergaba un tesoro en su interior: una inmensa fuente de carbón como recurso. No era un secreto que la isla fuese una oportunidad única e increíble para sacar partido de todo esto, lo cual generaría importantes beneficios económicos. Debido a esto, Hashima fue comprada por la empresa Mitsubishi en el año 1890. Fue así cómo la isla fue desarrollada como una instalación de minería de carbón subterránea que incluso llegó a alcanzar los 600 metros bajo tierra.
Antiguas minas de Hashima (Fuente)
¿POR QUÉ FUE ABANDONADA HASHIMA?
Primero que todo, la isla se encuentra en un enclave donde las condiciones meteorológicas son extremas. Los tifones y el fuerte oleaje fueron algunos de los mayores problemas, pues ponían constantemente en peligro la vida de los trabajadores y sus familias. Debido a esto, tuvieron que levantar muros alrededor de todo el terreno para evitar posibles accidentes.
Cabe destacar, por otro lado, que los trabajadores de las minas subterráneas enfrentaban condiciones extremadamente duras y peligrosas. Por ello, los trabajadores vivían cada día entre riesgos constantes de accidentes y exposición a gases altamente tóxicos, perjudiciales para la salud. Por no mencionar que en las minas se llegaban a alcanzar los 40º o incluso más dependiendo de la época del año.
Y no nos podemos olvidar de las condiciones de vida en el día a día, si tenemos en cuenta que Hashima cuenta con un terreno increíblemente reducido. Aunque vivían más de 5000 personas, estaba densamente poblada, y vivir en la isla resultaba en espacios limitados. Así, se construyeron los apartamentos más pequeños, en los edificios más altos que las condiciones meteorológicas permitían.
Ya por último, el motivo que fue la gota que colmó el vaso fue la subida de la demanda del petróleo durante los años 60 y 70 como fuente principal de energía. Por consiguiente, la demanda de carbón disminuyó significativamente. Todo esto afectó particularmente a los espacios mineros como Hashima, los cuales recibían cada vez menos dinero por su extracción. Así, la rentabilidad disminuyó y llevó al cierre de las minas por parte de Mitsubishi en el año 1974.
Esto llevó al despido de todos los trabajadores de la mina. Tristemente, todos ellos tuvieron que abandonar la isla para buscar un nuevo trabajo, al mismo tiempo que nuevas oportunidades de vida en otros lugares. En fin, Hashima quedó, en resumidas cuentas, completamente abandonada. Por ello, la isla fue rápidamente “evacuada”, dejándola en un estado de ruina y formando un escenario desolador digno de una película postapocalíptica.
¿QUÉ PODEMOS ENCONTRAR ACTUALMENTE EN LA ISLA?
Una de las particularidades más notables de Hashima es la falta de vegetación. La isla fue tan urbanizada que llegó un punto en el que fue inviable dejar algún rastro de vida vegetal. Casi toda la superficie estaba cubierta por edificios y otras estructuras que hacían la vida posible. En conclusión, la única solución que le vieron a poder tener algunas zonas verdes, fue integrándolas en los tejados de dichos edificios de forma artificial. No obstante, es cierto que la naturaleza ha seguido su curso y, con los años, no solo se apoderó de los tejados, sino también de sus muros y habitaciones totalmente abandonadas.
Como ya hemos podido ver en algunas de las fotos, la isla estaba repleta de infraestructuras que en la actualidad se encuentran abandonadas. Aun así, los edificios que vemos en las imágenes no solo eran viviendas como tal, sino también otros tipos de establecimientos y facilidades.
Ruinas de una clase de colegio, Hashima (Fuente)
Entre estos encontramos, por ejemplo, una piscina abandonada, la cual fue muy popular debido a que eran usadas por los residentes. Así, se evitaba que las personas se bañasen en el mar, el cual era demasiado peligroso por sus corrientes y oleaje. Por otro lado, también debemos tener en cuenta la vida social y, al mismo tiempo, las consecuencias de una sociedad tan retirada. De hecho, los prostíbulos y salones de juego eran recurrentes. Por supuesto, también contaban con hospitales y colegios, y otras facilidades que eran necesarias para la construcción y funcionamiento de esta “ciudad en miniatura”.
Asimismo, muchos objetos cotidianos de los antiguos residentes permanecen intactos en la isla. Es decir, pese a su deterioro, se dejaron tal cual cuando los habitantes abandonaron la isla, por lo que nos hace sumergirnos en su historia como si fuese un viaje en el tiempo. Entre lo que podríamos encontrar serían diferentes muebles, utensilios de cocina, televisiones antiguas, juguetes, mesas o sillas, entre otras cosas.
¿ES POSIBLE VISITAR HASHIMA?
¡Estás de suerte si piensas ir en un futuro! pues hace unos años volvieron a abrir las rutas marítimas para poder llegar hasta la isla. Hashima se ha convertido en un destino turístico muy aclamado y popular para muchos de los visitantes. Si tienes pensado venir a descubrir los secretos que alberga esta isla, puedes recorrer sus calles, que han sido adaptadas. De esta forma, podrías visitarla de primera mano e imaginar cómo era la vida en una ciudad tan pequeña y aislada.
Visita guiada en Hashima (Fuente)
De todas formas, si aún así quieres echarle un vistazo, pero desde casa, te recomendamos hacerlo desde Google Earth.
GUNKANJIMA DIGITAL MUSEUM
Para finalizar, y si os pilla estando por Nagasaki de viaje en algún momento, os recomendamos visitar el Gunkanjima Digital Museum, en el caso de querer saber aún más sobre este tema. Este museo se inauguró el 17 de septiembre de 2015, y desde entonces ha acogido a los visitantes más curiosos. En él podrás entender de una forma más profunda su historia, además de hacerlo de una forma más dinámica, pues todo el museo es interactivo. Este museo utiliza tecnología avanzada para ofrecer una mejor experiencia inmersiva a sus visitantes, lo que les permite explorar la isla sin necesidad de viajar hasta ella.
Maqueta en el Gunkanjima Digital Museum, Nagasaki (Fuente)
Dirección: 5-6 Matsugaemachi, Nagasaki, 850-0921, Japón.
Horario: Lunes-domingo de 9:00h a 17:00h.
Teléfono: +81 95-895-5000
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¿Este ha sido nuestro post sobre Hashima: la isla abandonada de Japón!
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¡Hasta la próxima!
